Es de noche, estoy en casa... milagrosamente estoy en casa... asomo mi cabeza por la ventana, siento un viento fuerte que golpea mi cara, siento una ligera humedad que moja mi cabello en un instante y siento ese exquisito olor a tierra húmeda. Me quedaría toda la vida observando ese panorama, estos son los días que me gustan, me hacen sentir cómoda, como en casa. Escuchó jazz y bossa nova, me sumerjo en mis pensamientos, en mis ideas, en cosas aún no resueltas.. en estos días necesito un cigarro, pero es prohibido.. será que lo prohibido es más excitante?... pienso, duermo, me levanto, a veces ya ni duermo, sueño.. aunque a veces no diferencio entre el sueño y la realidad... pregunto ¿qué ocurre?... a veces me siento sola, odio sentir eso, odio extrañar el pasado, recorrer lugares, teletransportarme mágicamente como por inercia y recordarme a su lado... podrán existir muchos pero esos momentos ya no volverán, con él no... a veces me preguntó si volveré a querer a otra persona?, será posible que este corazón tonto vuelva a enamorarse?.. yo creo que no, me da miedo, me da temor enamorarme nuevamente y perder... intento resolver enigmas pero me quedo pensando y maquinando tanto que no termino de resolverlos...
Llueve y estoy en casa.. en otra época hubiese estado con él, en sus brazos, buscando el calor de su cuerpo, buscando su amor, sintiendo eso que me hacía sentir llena, quizás saliendo del cine, buscando nuestras provisiones, como él lo sabía hacer, jugando, riendo, molestandonos, pero con él ... pero no, hoy me encuentro en casa, sentada, oyendo música mientras oigo las gotas caer... y son días como estos en los que me gustaría estar afuera, con alguien, caminando mientras la lluvia nos moja, mientras nosotros pasamos por la lluvia y no ella sobre nosotros....
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