jueves, 10 de febrero de 2011

Yo no te pido la luna


Despierto más alegre y viva que nunca, supongo que debe ser porque hoy es viernes!, fin de semana, tan esperado por mi y mucha gente que lo único que desea es salir, salir de la rutina, de la absurda rutina.. de pronto recuerdo que había sucedido algo, recuerdo que ayer no estaba tan feliz, recuerdo que dormí abrazando la almohada mientras una lágrima salía de mis ojos y pensando por qué? … sí, recuerdo que regresaron otra vez los malditos sueños, que no sé si son pesadillas o qué, sueño que él me llama, que él está conmigo, que converso con él y cuando despierto él no está, cojo el celular y me doy cuenta de que fue otro sueño tonto, otra mentira creada por mí, otra mentira en mi vida. Trato de recordar el porqué de mi tristeza, el porqué de las lágrimas.. salgo a dar una vuelta, la mañana es soleada aunque corre un viento que despeina mi húmedo cabello y me hace tambalear, odio los días soleados, no hacen “juego” con la tristeza que -a veces- llevo, veo a lo lejos una tienda, camino por inercia y pido un “Sorrento”, y de pronto voy recordando todo… recuerdo que antes compraba sorrentos por doquier cuando estaba mal, porque decía que el chocolate me daba fuerzas, alejaba la tristeza de mí y me ponía feliz, doy la primera mordida a mi Sorrento, el cual me “mira” con cara de “Stop! No me comas, vas a engordar”, hago caso omiso, y de pronto siento que todo regresa.. siento un dejavú, recuerdo todo, el por qué de mi tristeza, recuerdo el pasado, recuerdo por qué ayer dormí abrazando a mi almohada, recuerdo que había alguien más, lo recuerdo… doy otra mordida y de pronto me traslado al 2010, siento aquello que mi corazón sentía cuando él me dejaba esa resaca emocional, simplemente por qué no estaba preparado ni con ánimos de empezar algo serio, decía que nada de etiquetas pero sí hacer todo lo que esa etiqueta involucraba aunque nadie se entere y yo aceptaba el juego tonto… muchas veces me pregunté por qué? y sólo una respuesta sugería todo lo que hacía.. estaba enamorada, de los recuerdos, de todo lo que hacía por mí, de esa manera especial de llamar mi atención, de lo similares que éramos, de nuestros gustos por la comida, la música y el cine, de nuestras tonterías para hablar, de esa manera loca de querernos y sobre todo por comprendernos.. sí, por eso aceptaba, no por qué me gustara estar en el maldito limbo, no! No por eso, si no por qué lo quería a mi manera… recuerdo las infinidades de veces en las que mis amigas me decían que me aleje, que no merecía nada ni mi amistad ni que le hable y mucho menos que lo salude.. que elimine de mi vida su presencia, que la venganza era dulce y yo trataba de asimilar eso, trataba de decir que podría hacerlo pero no, no pude, nunca pude, no hay odios ni rencores y mucho menos reproches, a esta altura solo hay recuerdos, decido quedarme con los buenos, decido guardarlos en una baúl y sacarlos para recordarlo pero también decido que no merezco estar en el limbo, que no vale la pena estar triste por algo que ya me hizo llorar muchas veces, que es mejor lejos que cerca y que ya no llegará, nunca más, el miércoles para nosotros .… regreso a la realidad y me doy cuenta que mi sorrento se acabó, me siento mejor, sonrió y pienso que no pedía tanto, que no te pedía el sol ni tampoco te pedía la luna.

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