Ayer necesitaba de un maldito cigarro, uno de esos fieles ex acompañantes míos en días de tristeza, soledad, angustia.. sí, reconozco que pasaba por una tienda y me daba ganas de comprar uno, como si con un cigarro este dolor, coraje, tristeza, angustia y todo lo que siento acabarían de una sola pitada...es verdad que antes hubiese comprado uno, es verdad que antes era una adicta a los cigarros por qué? por qué estos me calmaban, me hacían "olvidar" todo, me hacían sentir mágicamente bien, mejor... pero no, no puedo fumar, en estos momentos y en esta vida no!.
Desperté mal, cansada, recordaba que la noche anterior había llorado, había gritado, había abrazado a mi almohada, mi pobre compañera eterna de cuarto, había hablado con alguien, había herido a una de las personas que más quise en esta vida... y él a mi... desperté con los ojos rojos, sin ganas de nada, cansada, como si un camión hubiese pasado encima de mi y milagrosamente esté viva pero con un dolor insoportable, que se confundía entre dolor físico y emocional... no tuve ganas de comer, no tuve ganas de sonreír, no tuve ganas de ir a trabajar... salí de mi casa, en el bus pensaba en todo y trataba de dormir, de cerrar los ojos, como si con eso pudiese olvidar, como si así me sentiría mejor. Caminé hasta llegar al trabajo, en el camino, lo recordé, recordé nuestros paseos por esos lugares... y pensé: "Caramba, todos los lugares me hacen recordar a él"... intenté ser fuerte pero de vez en cuando mis ojos se cansaban y una lágrima se escapaba...
Recordé los días anteriores, los buenos momentos y los añoré, añoré su locura, su carisma, su dulzura, sus ganas locas de molestarme y luego abrazarme y hacerme reír, sus te quieros, sus defectos, su voz, sus mensajes... sí carajo, añoré eso, me daba ganas de despertar de esa pesadilla, pero no, era real, todo era real...me embriagué sola, en mi cuarto para olvidarlo, para dormir cansada y olvidarlo, pero no sirvió... miraba el celular y nada, ni una llamada suya, ni un mensaje... sí, reconozco, me equivoqué y él también ... sus últimas palabras me hirieron, fue como si todo lo vivido se fuese a la mierda y no supe que hacer...esas palabras son las que me hicieron llorar, esas palabras son las que recuerdo y las que hoy me tienen así... no, señores, no soy la víctima, tampoco la culpable.. acá no existe eso, no hay etiquetas... hoy me siento mal, hoy reconozco que lo extraño, hoy estoy enjuagando mis malditos ojos para ver mejor, hoy quiero escuchar música feeling para recordarlo, hoy sé que mañana será otro día y que todo esto acabará.